Luego de seis (6) años de publicación continúa del Índice de Precios al Consumidor, el Observatorio Venezolano de Finanzas acordó introducir cambios para mejorar el citado indicador: entre ellos el año base, las ponderaciones de la canasta de bienes y servicios y la incorporación de tres nuevas ciudades, en el occidente y oriente del país.
El año base es un período de referencia a partir del cual se estiman los índices de precios o cualquier otra variable y en el caso del INPC se adoptó diciembre 2016=100. Sin embargo, debido a la escalada de los precios y el proceso de hiperinflación que comenzó en noviembre de 2017, fueron aumentando los dígitos del índice hasta alcanzar en diciembre de 2022 a quince (15), trece enteros y dos decimales, todo lo cual hace más complejo su uso para deflactar cualquier serie nominal, entre otros problemas. Adicionalmente, el cambio en los patrones de consumo y las fluctuaciones que ha experimentado la economía venezolana, aconsejaban modificar el año base. Además durante 2017 y 2018 el indicador se calculó en un entorno de significativa escasez. El año base suele ser uno de cierta estabilidad económica y aunque la economía venezolana no está precisamente signada por la estabilidad, se seleccionó enero de 2023=100 como nuevo año base, dejando claro que ello no cambia la tendencia de la inflación.
Cuando comenzó la estimación del INPC se adoptaron las mismas ponderaciones que tenía el índice oficial del BCV. Esta institución, hasta donde se conoce, no ha modificado sus ponderaciones a pesar de los cambios visibles que han ocurrido en la economía venezolana. En el cuadro que sigue se presenta la nueva estructura de ponderaciones, luego de haber examinado el comportamiento del gasto de los hogares y la realidad de los consumidores de Venezuela.