Con miras al próximo año 2023, este lunes 21 de noviembre, Ángel Alvarado, Domingo Sifontes, Gustavo Machado y José Guerra, expresaron sus proyecciones y opiniones acerca el escenario económico venezolano dentro del contexto de los diversos acontecimientos mundiales y el caso venezolano con especial énfasis en los estados Carabobo y Zulia.
Alvarado comenzó expresando su preocupación por la posibilidad de una recesión mundial y el impacto que puede tener sobre los precios del petróleo.
“En estos momentos tenemos un choque de oferta y demanda que impactan el precio del crudo, qué fuerza impera, no lo tenemos claro.: Por el lado de la demanda tenemos a la Reserva Federal de los Estados Unidos que va a seguir aumentando tasas de interes. Esto tendrá un efecto más recesivo en EE. UU y un impacto sobre los precios del petroleo a la baja”, según el economista.
Ángel A. detalló que el segundo factor por el lado de la demanda tiene que ver con el tema de China, con una política de cuarentena estricta, aparentemente con dudas sobre la afectividad de su propia vacuna, un riesgo de cierre con un brote mayor de Covid-19, y este sería otro hecho también de impacto negativo en la demanda mundial y sobre el precio del crudo.
En cuanto a otros factores a considerar, nombró los choques por el lado de la oferta que presiona al alza los precios del petróleo: la reunión de la OPEC + (4 diciembre), organismo que decidió recortar 2 millones, sumado al comunicado de Arabia Saudita, donde indican que continuarán la política de recorte de producción, alineados con Rusia.
También, el embargo al petróleo ruso por la Unión Europea (UE) el próximo 5 de diciembre y la colocación junto a EE. UU de un precio maximo sobre el precio del petróleo ruso. “Esto quiere decir, que los traders no pueden pagar más de una cierta cantidad sobre este petróleo ruso y eso colocará presión sobre la oferta mundial del petróleo”, advirtió.
En el mismo sentido, indicó que EE. UU va a cesar el uso de las reservas estratégicas del petróleo y que, habiendo agotado sus reservas de petróleo medianas, es importante para Venezuela, dicho país ellos conseguían tal crudo de Venezuela, por tanto, presiona la necesidad de EE. UU de conseguir petróleo venezolano.
“Hay estimaciones de precios del petróleo que van desde USD $70 a USD $140. En general, no hay buenas noticias para los productores de crudo y Venezuela solo produce crudo. Las estimaciones del Banco Mundial muestran una caída de los precios del crudo para el año 2024”, señaló el fundador del OVF.
A favor de Venezuela, puede jugar a favor el descuento, afirmó. El efecto del Price Cap al petróleo ruso, sobre el descuento que se le coloca al petróleo de Venezuela podría aminorar nuestro descuento para el 2023.
Dando por sentado que se otorgue la licencia para Chevron, las exportaciones de petróleo sin descuento ( exportado por Chevron, Eni y Repsol) haría que el flujo de caja de Venezuela pueda mejorar. Igualmente, el economista agregó que, hoy el descuento de Venezuela es de 33% y pudiera caer hasta 10% con un aumento de exportaciones de Empresas mixtas y la posibilidad de Venezuela de dejar de competir con el petróleo ruso sancionado.
De igual forma, aclaró que la licencia tendrá efecto a mediano plazo. La mejora en el nivel de descuento de los precios no compensa la declinación de la producción y los menores precios del crudo para 2023. “Podríamos tener un crecimiento negativo para el año que viene y una aceleración de la inflación, es decir, el crecimiento del 2022 tocó un techo y una caída en el 2023, en términos de ingresos, de actividad económica y mayor volatilidad del tipo de cambio”.
En su participación Domingo Sifontes, delimitó el contexto económico y social del estado Carabobo para el 2023, no obstante, recalcó que la economía puede estar creciendo, pero no lo que se necesita para pensar en retomar la senda de crecimiento.
Sifontes piensa que los fundamentos del “nuevo modelo económico” son insuficientes, así como el crecimiento con desigualdad no es el mejor camino para superar las dificultades de la economía venezolana.
Respecto a la situación del estado Carabobo, según datos de la Encuesta de Condiciones de Vida (ENCOVI) para el año 2021, el estado Carabobo reportó: la población económicamente activa fue igual al promedio nacional en un 50%, la tasa de ocupación fue mayor al promedio (49% vs48%), los hogares con déficit de servicios públicos fueron menor al promedio nacional 34,8% vs 45%, los hogares que poseen computadoras fueron menor al promedio nacional (25,8% vs 26,8%) y los hogares con acceso a internet fueron menor al promedio (14,9% vs 17,8%).
Con relación a la educación, en 5 de los 23 indicadores el estado presentó resultados mejores al promedio nacional. En el resto de indicadores, los resultados son peores al promedio nacional: “tasa de asistencia a un centro de enseñanza de población entre 3 y 24 años fue de 60,8% y la nacional de 64,4%”, lamentó.
De seguidas, reveló que los hogares que viven por debajo de la línea de la pobreza es menor al promedio nacional (89% vs 91%) y los hogares que viven por debajo de la línea de la pobreza extrema es menor al promedio nacional (61% vs 68%). El profesor de la Universidad de Carabobo enfatizó que, en el año 2023 para Carabobo, no queda claro cómo desde el ejecutivo regional implementarán políticas para mejorar la situación: “Hasta la semana pasada la ley de presupuesto no ha sido discutida para entender el ejercicio económico del año que viene”, denotó.
“Si la economía crece a tasas menores, el efecto de esta posible expansión de comercios y servicios será menos importante, se abren muchos comercios y más oportunidades de negocio, pero esto es diferente a recuperación económica. Se requieren inversiones importantes y capital humano e industrial para el crecimiento económico”, D. Sifontes.
Entre tanto, Gustavo Machado argumentó sobre Venezuela y el contexto global. Trayendo a colación la conferencia de las Naciones Unidas sobre comercio y desarrollo (2019) comentó que, el comercio electrónico registró en 2017 una tasa de crecimiento anual de 13%, mientras tanto, según el FMI (2019) la tasa de crecimiento de la economía mundial durante el mismo año fue de 3,8%.
“Ahora EE. UU y China están concentrando el desarrollo en el ámbito digital. Desde lo geopolítico si queremos pensar a largo plazo hay que ver a qué cadena de valor nos integramos”. Igualmente, Machado se preguntó qué cosas tiene el Zulia para ofrecer expresando el importante portafolio energético con el cual se pueden generar posibilidades de desarrollo. En materia petrolera, el Zulia tiene 20.000 millones de barriles según las últimas estadísticas publicadas por PDVSA, 10 veces más que el nivel de reservas que tiene Colombia.
En los últimos años se ha visto un incremento en la actividad de acuicultura, en el último cuarto de siglo se ha triplicado, de este modo, el profesor de la Universidad del Zulia, anunció que, desde lo socioeconómico, todos los municipios registraron más del 60% de pobreza extrema. “No hemos escapado de la dinámica nacional, generando una importante caída de la producción. El Zulia ha tenido sus complicaciones entre 2002 y 2015 el número de patronos se redujo a 48,5% y en Venezuela se redujo a 20%. Para el 2023, para Venezuela marca desaceleración respecto a este año, la CEPAL indica tan solo un 5% de crecimiento para el año que viene”.
Sobre el 2023, Machado recordó que en el Zulia hay nichos de negocios camaroneros y energético, pero dependerá el crecimiento de cómo evolucione el tema de la licencia Chevron y la superposición de la disminución de la actividad económica. “Toca recrear una narrativa que permita superar la crisis estructural. Nuestro gran reto es buscar el propósito de la Venezuela rentista a resplandeciente. Debemos impulsar la capacitación permanente para usar avances tecnológicos. En el Zulia hay desigualdad, pero el potencial sigue allí”, participó.
Para cerrar, el economista J. Guerra explicó el panorama de la economía venezolana en 2023. Según el OVF, en el primer trimestre la economía creció 15,9%, en el segundo un poco menos con 14,9% y desaceleró a 9,8% en el tercer trimestre: “Para el cuarto trimestre 2022, todo dependerá cómo se comporte la producción petrolera. De la hiperinflación pasamos a la alta inflación y persistente, la cual desde junio no baja de dos dígitos. Se espera que en noviembre vuelva a alcanzar los dos dígitos”.
En cuanto a la política cambiaria, de acuerdo a Guerra, ha consistido en la estabilidad del tipo de cambio para que sirva de ancla a la economía <Pienso que esta política se está agotando, porque no logra bajar la inflación al ritmo que se esperaba y porque el sacrificio de reservas es muy grande> A modo de comparación, la inflación anual de 173% y la depreciación entre 31 octubre 2021-2022 de un 97%, tiene más de 20 puntos de atraso, esto ha hecho que los productos importados luzcan muy baratos y nada de lo que se produzca en Venezuela sea competitivo con ese tipo de cambio: “El BCV ha tenido que inyectar reservas para tratar de estabilizar el tipo de cambio, la tasa de cambio se mantuvo estable hasta ese momento”.
En otro punto, el economista lamentó la caída brutal de salarios públicos, pues, expresa que se trató de comprimir gastos en remuneraciones. “Entonces si tomas marzo como referencia considerando que no ha habido aumento salarial hasta hoy, tomas la inflación entre marzo y octubre esta es de 97%. Así, los salarios van detrás de la inflación perdiendo capacidad adquisitiva y esa carrera nunca la han ganado los salarios. La brecha salarial entre el sector privado y el público es significativa. La Política monetaria ha sido poner el encaje de 73% a la banca para comprimir la capacidad de la banca para prestar”.
“Para estabilizar el tipo de cambio a corto plazo se perderán reservas necesariamente como ha pasado en 4 años (2019-2022) sobre todo este año, que ha tenido la mayor pérdida de reservas internacionales, esto es desestabilización en el futuro. Si la política es el anclaje cambiario y no tienes cómo inyectar reservas al mercado lo que hoy es estabilidad, mañana será inestabilidad”, aclaró.
El fundador del OVF, subrayó que el crecimiento económico dependerá del poder aumentar la producción petrolera, sujeto a la relajación de las sanciones y nuevas inversiones. Agregó que, la tasa de inflación estará influida por el comportamiento del tipo de cambio y que el rol de dolarización puede ayudar a contener la inflación si el gobierno decide ir más allá para formalizarla o permitir créditos en dólares.
A tenor de esto, Guerra, cree que el tipo de cambio se va a depreciar de forma importante en 2023, sin aumento de la demanda de bolívares, un serio problema para una expansión monetaria y fiscal a su criterio: “Tal vez es el problema macro más serio, que los venezolanos no quieren los bolívares”.
De igual manera, mencionó que habrá menor crecimiento en el 2023, salvo un fenómeno petrolero importante de producción, licencia y si la producción supera los 700 mil barriles actuales <La inflación no será menos de 100% anual>
En cuanto a salarios, se estima que el gobierno tendrá desafíos de ajuste salariales. Existen actividades dormidas, como la construcción, por ejemplo, dependerá de lo que ocurra con el petróleo, finalizó.